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Logra México aprobación en Codex Alimentarius de las especificaciones de Identidad para el aceite de aguacate.

México es el principal productor y exportador de aceite de aguacate del mundo. Un nicho de mercado con un valor anual que supera los $250 millones de dólares. El alto valor comercial del aceite de aguacate y su creciente comercio en el mundo hacía necesario contar con una regulación internacional, dentro de las normas de aceites vegetales del Codex Alimentarius, que permitiera garantizar al consumidor la identidad y autenticidad del producto.

Y es que, diversos estudios técnicos y científicos, realizados por prestigiosas instituciones académicas, en Estados Unidos de América por la UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA-DAVIS (UC DAVIS) y en México por el INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY, revelan que diversas marcas que se comercializan en las cadenas de supermercado estadounidenses y mexicanas se anuncian como “aceite de aguacate”, pero en realidad se trata de mezclas de diversos aceites vegetales, lo que resulta en competencia desleal entre los productores de aceite de aguacate y en un engaño para los consumidores.

Con el apoyo de los expertos técnicos de las empresas aceiteras, ANIAME, la Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas Comestibles, ha colaborado con la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía desde hace más de tres décadas en los procesos de normalización del sector aceites, grasas y proteínas, en dos frentes:

  1. En los trabajos de normalización nacional, presidiendo el COMITÉ TÉCNICO DE NORMALIZACIÓN NACIONAL DE LA INDUSTRIA DE ACEITES COMESTIBLES, encargado de la elaboración y revisión de las Normas Mexicanas (Estándares) de aceites y grasas comestibles y de los correspondientes métodos de prueba.
  2. En el área de normalización internacional, coordinando el SUBCOMITÉ DE ACEITES Y GRASAS DEL COMITÉ MEXICANO PARA LA ATENCIÓN DEL CODEX ALIMENTARIUS, coadyuvando con el punto de contacto Codex México en los procesos de elaboración y modificación de las normas internacionales, que, de acuerdo con el espíritu del Codex, regulan el comercio mundial de aceites y grasas, garantizando productos auténticos, de calidad e inocuos para el consumidor.

En el caso del aceite de aguacate, durante los últimos cinco años, los expertos técnicos de ANIAME han trabajado en estrecha comunicación y colaboración con la Dirección General de Normas (DGN), punto de contacto Codex México, para cumplir con el encargo otorgado por la presidencia del Comité Internacional de Aceites y Grasas y por el Secretariado de Codex en la CCFO26, para presidir el Grupo de Trabajo Electrónico (GTE) de Aceite de Aguacate, responsable de elaborar la propuesta de modificación de la norma Codex 210-1999 Aceites Vegetales Especificados para la inclusión de especificaciones de identidad del aceite de aguacate.

MÉXICO, PRESIDENTE DEL GTE ACEITE DE AGUACATE

El objetivo del GTE fue elaborar una propuesta que, por un lado, definiera los parámetros de identidad que garanticen un aceite de aguacate 100% puro, al mismo tiempo de ser incluyente, es decir, que aplicara para las diferentes variedades de aceite de aguacate que se producen en el mundo.

Para ello y con este propósito en mente, el GTE recibió información estadística de diversos países miembros del Codex, misma que analizó y revisó cuidadosamente y preparó un documento basado en tres pilares para definir la identidad del aceite de aguacate:

  1. Perfil de ácidos grasos.- porque cada aceite vegetal tiene un perfil único.
  2. Desmetilesteroles.- compuestos químicos presentes en los aceites vegetales comestibles que pueden identificarse y cuantificarse con mucha exactitud, por lo que caracterizan la identidad de cada tipo de aceite. En el aceite de aguacate, por ejemplo, destacan el Beta-sitosterol y el Delta-7 estigmastenol.
  3. Tocoferoles y tocotrienoles.- registran también valores muy específicos para cada tipo de aceite. En el caso de aceite de aguacate, es común que tenga una alta presencia de alfa tocoferol.

Para presentar e impulsar esta propuesta, los expertos técnicos del sector aceitero mexicano participaron en las tres últimas reuniones del Comité del Codex de Aceites y Grasas (CCFO): en 2019, 2021 y en la 28ª. sesión del CCFO que se realizó en Kuala Lumpur, Malasia del 19 al 23 de febrero de 2024.

La delegación mexicana que asistió a CCFO28 estuvo integrada por el Maestro Salvador Argüelles López, Titular de la Unidad de Normatividad, Competitividad y Competencia de la Secretaría de Economía, como jefe delegación; por la Maestra María Teresa Zambrano, Coordinadora de Infraestructura de la Calidad de la Secretaría de Economía y por los expertos técnicos mexicanos, Édgar Barrón, de Aceites Especiales TH y Regino Ávila, de Sesajal.

Luego de un arduo trabajo y del debate en las sesiones plenarias y gracias a la preparación, liderazgo y estrecha comunicación y colaboración con el Maestro Argüelles López y su equipo, en el punto de contacto Codex México de la Dirección General de Normas, la delegación mexicana logró culminar un proceso de 5 años de trabajo con el avance al trámite 8 (última etapa del proceso normativo de Codex) del proyecto de inclusión de las especificaciones de identidad del aceite de aguacate en la Norma de Aceites Vegetales Especificados del Codex Alimentarius, CXS-210-1999.

Esta decisión se comunicará a la Comisión del Codex Alimentarius, que formalizará la aprobación de la nueva normativa internacional para aceite de aguacate en su 47ª sesión, que se celebrará a finales del año en curso. Consideramos que merece especial mención que se trata de la primera ocasión que México es líder de un proyecto en el Comité del Codex de Grasas y Aceites, al presidir el GTE de Aceite de Aguacate. Un esfuerzo que tuvo el apoyo constante del gobierno de México, a través de la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía y el respaldo técnico de la cadena productiva nacional de aguacate, especialmente de las empresas aceiteras fabricantes de aceite de aguacate.

Sin duda, el éxito logrado se deriva del trabajo conjunto entre el sector público y el sector privado, en beneficio de toda la cadena productiva del aguacate, que inicia en el campo y que genera para México una importante fuente de divisas, gracias a las exportaciones del fruto y de su aceite, productos en los que nuestro país es líder mundial.